§ We came to this world to LIVE OUT LOUD!

Transformando mis sueños en acciones

Mar 12, 2019

 

No se imaginan lo bien que se siente dejar de postergar  y finalmente estar trabajando en un sueño.

Acabo de escribir la introducción de mi libro; está cruda y sin editar. Un infierno, de acuerdo con mi coach de escritura, Terminaré reescribiéndolo tan pronto termine de escribir el libro como tal. Pero es un paso tan grande para mí, que quería compartirlo con ustedes. Así que aquí va…

“Era un día frío y gris de invierno y mientras miraba hacia afuera por la ventana encima de un platero lleno de platos sucios, no podía creer que esta era mi vida. Tenía 39 años, mi tercera hija acababa de nacer y yo me pasaba casi siete horas del día en la cocina. Cocinera de corto plazo, experta en pañales, mujer de limpieza, experta en lavandería y chofer eran mis títulos verdaderos de trabajo en ese momento.

¡Tenía casi 40 años! ¿A dónde se había ido el tiempo?, ¿Y cómo es que es que tanto de mis sueños no se habían materializado aún?, ¿Se materializarían algún día?, ¿Es esto lo que será la vida para mí?

No me mal interpreten, estaba viviendo lo que en realidad muchos de los que me conocían consideraban una gran vida. Tenía un matrimonio sólido y de mucho tiempo (aun cuando ambos estábamos tan exhaustos que ni teníamos tiempo para una conversación). Teníamos tres hijas saludables, una casa confortable en un gran vecindario y un círculo de amigos cercanos. Yo tenía mi propio negocio de consultoría y coaching y podía escoger mis horas de trabajo; incluso lograba apretar mi tiempo para un poco de ejercicio la mayoría de ms días.

Y aún así, a pesar de todo esto, me sentía que no estaba realmente viviendo mi vida.  Me sentía aburrida, sin sueños y completamente sin inspiración. Esta era la versión de alguien más de éxito… pero no la mía. Me sentía culpable por no apreciar todas esa grandes cosas en mi vida, pero a decir verdad es que mi alma quería ser libre.

Mi alma odiaba la lista sin fin de cosas por hacer, el trabajo de la casa que adormece tu mente, las rutinas de la cotidianidad familiar y estar corriendo constantemente para lograr que todo encaje y terminarlo todo. Ella no era una gran fanática del clima frío o mi trastorno afectivo estacional tampoco.

Ella recordaba una versión más joven de sí misma, antes de los hijos, la que viajaba el mundo por trabajo y placer, la que se encontraba con su esposo en lugares exóticos para pasar el fin de semana. La que pintaba grandes bastidores y meditaba a la mitad del día si lo deseaba. La que se vestía como si supiera que era sensual; la que soñaba con una vida poco convencional en la que pudiera mostrarles a sus hijas el mundo y criarlas para ser libres y ser ellas mismas. Ella anhelaba por aventura y por la expectativa de no saber lo que el mañana traerá.

Sospecho que así de frustrada estaba esa helada mañana, mi alma ya sabía algo que yo no. Ella sabía que en casi ocho meses, yo movería cielo y tierra (también conocido como mi esposo amante de la estabilidad) para mudarnos los cinco a un pequeño pueblo en los Andes de Colombia y transformar radicalmente nuestras vidas, a una de viajes, aventura, una vida más apacible donde tenemos tiempo para conectarnos profundamente con el otro y con las niñas y aprender a bailar salsa. Todo mientras les damos a las niñas una gran educación y disfrutamos todo el confort material que la vida tiene para ofrecer.

¡Este es el poder de las hormonas de una mujer en sus cuarentas!

Las hormonas tienen una mala reputación en nuestra sociedad, pero estoy aquí para decirles que si comienzan a poner atención a tus hormonas, a los rumores inducidos en tu alma, a esa pequeña voz interior que te dice «Esto no puede ser todo», serás recompensada con una vida más allá de tus sueños más locos. Una vida que se siente auténticamente tuya; una vida en la que te levantas en las mañanas emocionada por el día que tienes delante, apasionada por tu trabajo o tus proyectos y sintiendo como de un millón de dólares por dentro y por fuera. Y ni que decir del sentirte atractiva y esa sensación de estar tan viva que viene del poder sensual de una mujer.

Sé que estoy planteando una promesa muy grande, pero la hago porque lo he vivido y he trabajado con miles de mujeres en las últimas dos décadas, ayudando a transformar vidas y a hacer que todo lo bueno que tenemos dentro renazca. Realmente es un proceso simple de llegar a conocer más a fondo tu verdadero yo al aprender a identificar y a escuchar es pequeña voz interior hasta que se vuelva u rugido; y de tomar pasos pequeños y ejecutables que lleven a los cambios que transformaran tu vida en tu propia versión de una aventura épica.

No será fácil y habrá momentos en los que quieras renunciar. Definitivamente tendrás que ponerte los pantalones de niña grande y reunir todo el coraje.

Sin embargo, las recompensas de este viaje están más allá de nuestra medida. ¿Qué puede ser mejor que vivir tu versión más auténtica de una vida de éxito, en tus propios términos, mientras disfrutas de las relaciones y experiencias que hacen cantar a tu corazón?

Te invito en este viaje conmigo, sabiendo que estas a salvo y con apoyo. Lo que tienes aquí es una oportunidad de vivir una vida radicalmente diferente para cuando termines de leer este libro.

En palabras de una gran poeta, Mary Oliver, «¿Qué vas a hacer con tu propia salvaje y preciosa vida?»

Con mucho amor,

Natalie”

¡Wow! Compartir esto contigo fue un poco aterrador. Mis “gremlins” internos estaban como locos con los brazos arriba gritando “¿Estás loca?, ¿compartir eso? ¡Esta sin editar¡… ¡Probablemente no es el mejor escrito! ¿No quieres pensarlo un poco más antes de hacerlo público?”

¡NO!

Esto es lo que he aprendido después de dos décadas de hacer este trabajo:

1. No esperes hasta que esté perfecto para  ponerlo a la luz. Nunca estará perfecto y nunca harás público nada si esperas. El Universo recompensa el coraje, las acciones audaces, así que lo que sea que estés secretamente esperando hacer, ¡Solo hazlo! ¡Toma el primer paso!, podrá sentirse como lanzarse por un abismo sin protección, pero te prometo sobrevivirás. Mira lo bien que se siente y siente como la energía comienza a moverse y las cosas comienzan a suceder. Confía en mí en esto.

2. Hazlo público. Somos seres sociales y no hay nada como la acción, una declaración o un compromiso hecho en público para mantenerte enfocada. Una vez lo haces público, tienes que volverlo realidad, o por lo menos, tener una muy Buena razón para no hacerlo. ¿Entiendes?

¿Qué estas anhelando en tu vida?, ¿Qué se está interponiendo para que lo consigas?

¡Me encantaría saber de ti!, así que siente la libertad de escribir un cometario abajo o contactarme a mi correo natalie@nataliematushenko.com

¡Feliz Martes!

 
xoxo,

Natalie

 

Share the post