§ We came to this world to LIVE OUT LOUD!
¿Se supone que ya debía haberlo superado?
A menudo en nuestra cultura, existe la sensación de que debemos acostumbrarnos a las cosas que pasan y se supone debemos seguir adelante rápidamente. No debemos permanecer demasiado con nuestras emociones, especialmente cuando son el dolor, la tristeza y las soledad.
Incluso me encuentro dudando en este momento si escribir o no sobre cuánto extraño a mi hija mayor, por temor a que te aburras y pienses: “¿Está escribiendo sobre eso otra vez? ¿No puede superarlo y seguir adelante?“
Pero lo que hace gratificante para mí escribir este blog es poder ser real, incluso brutalmente honesta con lo que siento y lo que está sucediendo en mi vida.
Así que está es la verdad… Afortunadamente estoy muy ocupada con la Cumbre Vida Extraordinaria Después de 40 que estoy organizando y disfruto de mis otras dos hijas, mi esposo y mis amigos.
No estoy en casa llorando todo el tiempo. Me río y logro divertirme todos los días.
Y, sin embargo, por debajo de todo eso, hay dolor y tristeza subyacentes; especialmente antes de acostarme y los fines de semana. Una sensación de incredulidad de que se acabó, que después de 17 años de compartir la vida cotidiana, está a medio mundo de distancia y probablemente se ha ido de su casa, para siempre.
Se está divirtiendo y teniendo nuevas experiencias y de alguna manera me siento relegada al pasado, a esa edad vieja que no hace muchos cambios. Siento mis 48 años como nunca antes.
Quiero mantener aferrada a nuestra relación cercana de conexión diaria y sin embargo, me doy cuenta de que ella llama cada vez menos y envía menos mensajes de texto. Solo han pasado dos semanas y duele.
Al mismo tiempo, no quiero ser molesta e imperativa. No quiero que ponga los esos ojos en blanco hacia sus amigos del dormitorio diciendo algo como «Ughh. Tengo que llamar a mi madre.“
No sé cómo navegar por esta nueva relación. Ella todavía está en la escuela secundaria y no siento que mi trabajo esté terminado. Sin embargo, ella está al otro lado del mundo y necesito darle espacio. Espacio para encontrarse, para escuchar su propia voz sin escuchar la mía, para convertirse en la mujer que esta destinada a ser.
Da miedo renunciar a la opinión y a esa sensación de que si opino sobre sus elecciones y su vida, de alguna manera la mantendré a salvo. Yo sé que así no funciona. Tendrá que tomar decisiones desde su propia sabiduría interior y afortunadamente, es sabia más allá de sus años.
Aún así es difícil renunciar a la ilusión de que tengo el control.
Así que respiro… y respiro más profundo esta vez… y recuerdo que este es un proceso de soltar que lleva más de 2 semanas.
Me doy permiso de llorar cuando tengo ganas, de responder con sinceridad cuando la gente me pregunta cómo estoy; de saber que está bien reír y disfrutar de la vida y luego sentir un profundo dolor.
Estuve embarazada por más de 9 meses con ella y luego la motivé diariamente durante 17 años, 1 mes y 3 días… me tomará un tiempo adaptarme a esta nueva realidad.
Y me doy cuenta de que estoy conteniendo mis lagrimas.
¿Qué hay de ti?, ¿Se ha marchado alguno de tus hijos de casa?, ¿Cómo te sentiste?
¡Me encantaría saber sobre ti! Comparte lo que piensas dejando un comentario abajo o búscame a través de mi correo natalie@nataliematushenko.com.
¡Feliz martes!
Natalie